Habrá a quien eso de “viudas” y “huérfanas” le suene a novela de Charles Dickens, ¿verdad? Pero no, hablamos de otra cosa. En realidad, se trata de las formas abreviadas con que se conocen las expresiones “líneas viudas” y “líneas “huérfanas”. Pero ¿qué son, respectivamente?
Llamamos “línea huérfana” a la que queda sola al principio de un párrafo al final de una caja de texto, de tal modo que las demás líneas de ese párrafo pasan a la página siguiente. En cuanto a “línea viuda”, es aquella a final de párrafo que queda aislada al principio de una página. El problema con ambos tipos de líneas es que no resultan demasiado estéticas, hacen que la distribución de las páginas se vea descompensada, por lo que a la hora de maquetar conviene corregir su aparición.
Si el programa de maquetación que estamos usando es Microsoft Word (lo sabemos: no es un programa de maquetación profesional, pero sí uno de los más populares entre los usuarios en general), la forma más sencilla es la siguiente, aunque en realidad suele venir marcada por defecto en el programa:
- Seleccionamos con el cursor la totalidad del párrafo en cuestión donde aparece uno de estos tipos de línea.
- Después, en la cinta superior de opciones, vamos al menú “Formato” > “Párrafo”, pinchamos la pestaña “Líneas y saltos de páginas” y marcamos “Control de líneas viudas y huérfanas”.
Sin embargo, esta solución puede plantearnos nuevos problemas adicionales, ya que Word ha reorganizado el espacio de la página un poco “a su manera”. Así, podemos toparnos con que ahora la última línea de la página anterior tenga un excesivo espaciado de palabras o con que tal vez se nos haya creado una línea demasiado corta (también conocida por “línea ladrona”) en la página posterior. Si eso ocurre, lo más sencillo es desactivar “Control de líneas viudas y huérfanas” y reajustar de forma manual para obtener una distribución de páginas un tanto más equilibrada:
- Buscamos un párrafo próximo cuya línea final sea lo bastante larga o corta como para que podamos reducirlo o ampliarlo en una línea mediante el espaciado de caracteres.
- Seleccionamos el párrafo entero y vamos al menú “Formato” > “Fuente” de la cinta superior, que abrirá automáticamente una ventana. En ella, pinchamos la pestaña “Avanzado” y en “Espaciado” escogemos la opción desplegable “Comprimido”, para la que introduciremos el valor de puntos que mejor se ajuste a nuestras necesidades (podemos ir probando con 0,05 puntos, por ejemplo). Eso sí, procuremos no usar valores demasiado altos, pues harán que las letras se separen demasiado.
- Por último, si lo que necesitamos es “expandir” el párrafo para que ocupe una línea adicional, recurriremos a la opción de “Expandido”, en vez de la de “Comprimido”.
Ahora bien, ¿y si lo que usamos para maquetar es un programa más apropiado, como Adobe In-Design? Pues bien, disponemos de una opción automática:
- Vamos al menú “Ventana” > “Texto y tablas” > “Párrafo”, que desplegará de manera automática una paleta flotante llamada “Párrafo”.
- En la parte superior derecha, veremos en el menú desplegable las “Opciones de separación”. En la ventana emergente, activamos “Conservar líneas juntas” e indicamos que deje al principio o al final del párrafo dos líneas por lo menos.
Por otro lado, si preferimos realizar los ajustes de forma manual:
- Buscamos un párrafo próximo cuya línea final sea lo bastante larga o corta como para que podamos reducirlo o ampliarlo en una línea mediante el espaciado de caracteres.
- Extraemos la paleta flotante “Ventana” > “Texto” > “Carácter”.
- Probamos introduciendo los valores de “traking” o “kerning” negativos que necesitemos para subir o bajar esa línea final.