Desde hace unos cuantos años, las aplicaciones móviles se han convertido en un elemento más de nuestro día a día. Ya sea para ocio, ya para efectos un tanto más prácticos, ¿quién no tiene instaladas en su móvil una o varias, para usarlas con cierta asiduidad?
Al igual que ocurre con otros tipos de texto, los de las aplicaciones móviles tienen sus propias normas de redacción, que por supuesto conviene valorar a la hora de traducir de un idioma a otro. En la entrada de esta semana veremos algunas de las más importantes:
1. ESCRITURA SENCILLA Y DIRECTA. Es el mejor modo de expresar el contenido con claridad. Ten en cuenta que este tipo de aplicaciones puede usarlas gente muy diversa con bagajes culturales de todo tipo. Hazte entender, pues. Sin torpes vaguedades, pero sin complicaciones innecesarias.
2. CONCISIÓN. De este modo, facilitas que se escaneen con rapidez los diversos segmentos textuales. Además, olvídate de divagar: cada segmento debería contener un número limitado de conceptos expuestos con toda claridad.
3. PRIMERO EL OBJETIVO, DESPUÉS LA INSTRUCCIÓN. Si una frase se compone de un objetivo más la acción necesaria para lograrlo, la lógica nos pide que primero ubiquemos el objetivo y después expliquemos las instrucciones para conseguirlo (no a la inversa, y menos aún cuando se trata de una oración larga). Por ejemplo: “Para…, teclea…”. Siempre cuesta más procesar una instrucción cuyo objetivo desconocemos de entrada, ¿o no?
4. EVITA NOMINALIZAR DEMASIADO. Error en el que incurrimos a menudo cuando traducimos del inglés, y que complica los textos de forma innecesaria (volvemos al punto 1). ¿Para qué complicarnos la vida con un “permite la visualización de”, pudiendo recurrir a un cómodo “permite visualizar”?
5. USA CIFRAS. Al escribir números en una aplicación, por lo general será mejor que usemos cifras antes que palabras. La razón es bien sencilla: resulta mucho más visual. De nuevo, estamos apelando a los puntos 1 y 2 de nuestra lista.
Naturalmente, podríamos haber elaborado una lista mucho más extensa (por ejemplo, nos hemos dejado en el tintero la preferencia por un lenguaje más inclusivo… o incluso la necesidad de localizar el texto en algunos casos, aunque eso ya abarcaría algo más que traducir). En cualquier caso, consideramos que estos sencillos consejos son, en realidad, tal vez los más importantes a la hora de traducir aplicaciones móviles. Esperamos te sean de utilidad.