Cada 28 de junio se celebra el famoso Día Internacional del Orgullo LGBT. Una efeméride que pretende conmemorar los disturbios de Stonewall de 1969 y, de este modo, también celebrar, reafirmar y visibilizar las identidades de género y orientaciones sexuales que históricamente se han marginado y reprimido por no ajustarse a la norma social imperante.
Pero ojo, porque, si quieres escribir sobre el tema, hay muchos puntos en los que puedes meter la pata (desde el punto de vista gramatical).

  1. MAYÚSCULAS. Como con cualquier día internacional, este se escribe con mayúscula inicial en los términos relevantes (sustantivos, adjetivo y, por supuesto, sigla). También se escribe con mayúscula inicial la forma abreviada “Orgullo”.
  2. SIGLAS. Con mayúsculas y sin puntos, como sabemos. Por otro lado, no te desesperes si, al investigar, averiguas que el orden e incluso la cantidad de letras en esta sigla varía (LGBT, LGTBI, LGTBIQ… ¡¡incluso LGBTIQ+!!). Este colectivo se compone de identidades muy variadas y las siglas han ido cambiando de forma constante y desenfrenada.
  3. LA PALABRA “GAY”. Aunque la RAE ya ha incorporado el anglicismo “gay” escrito en redonda, el plural de esta palabra (que, recordemos, puede funcionar como sustantivo y como adjetivo) no es “gay” ni “gays”, sino “gais”, siguiendo las normas de formación de plurales de la “Ortografía de la lengua española”.
  4. ¿MUJER LESBIANA? Aunque no todas las mujeres son lesbianas, todas las lesbianas sí son mujeres. Por lo tanto, la expresión “mujer lesbiana” peca de redundante (bastaría con “lesbiana”, a secas). No ocurre otro tanto con las expresiones “hombre homosexual” y “hombre gay”, ya que la palabra “homosexual” no se restringe a un solo género (ni “gay”, aunque normalmente se refiera a hombres, como bien recoge el DRAE).
  5. LA DICOTOMÍA “TRANSGÉNERO”/“TRANSEXUAL”. Si bien a menudo estos términos se confunden como sinónimos para referirse a una persona cuyo sexo sentido no se corresponde con el asignado al nacer, debemos aclarar que no son exactamente lo mismo: “transexual” se aplica tan solo a quien ya ha iniciado el proceso de reasignación de género mediante hormonas o cirugía. Por otro lado, el acortamiento “trans” es un adjetivo válido para englobar ambos términos.
  6. LAS FOBIAS. O los odios y las aversiones, hablando en plata. De los que, por cierto, tenemos toda una gama para elegir: “homofobia” (hacia las personas homosexuales en general), “lesbofobia” (hacia las lesbianas en particular), “bifobia” (hacia los bisexuales), “transfobia” (hacia las personas trans)… Y luego tenemos el cóctel molotov “LGTBI-fobia”, que recoge la aversión hacia el colectivo entero (y que, como vemos, se escribe con un guion entre la sigla y la palabra “fobia”).
  7. ARCOÍRIS. Ojo, no “arco iris” ni “arco-iris”, sino todo junto y tildado. Nos será de gran ayuda cuando tengamos que mencionar la célebre “bandera arcoíris”.

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