Se trata de dos conceptos muy usados en el mundo tipográfico que los ajenos a él suelen confundir. Esencialmente, porque ambos se encuentran muy interrelacionados (de hecho, el “tracking” es más general y el “kerning” es más particular). Pero empecemos por el “tracking”, pues saber su naturaleza nos servirá de gran ayuda para explicar después la del “kerning”.
Se conoce por “tracking” (en español, “interletrado”, “interletraje” o “interletra”) al proceso de modificación temporal del espacio natural que existe entre, como mínimo, dos caracteres consecutivos de una tipografía específica del programa de edición. Y decimos dos como mínimo porque, en realidad, puede aplicarse incluso a un bloque entero de texto.
Ese espacio viene por defecto, es decir, lo establece el diseñador de la tipografía, pero ya vemos que es modificable. Ahora bien, ¿para qué querríamos modificar ese espacio? Pues para perfeccionar la legibilidad del texto, claro. Cuando se crea un tipo de letra, cada uno de sus signos o caracteres deben situarse en una situación determinada (es decir, hay que marcar los límites de cada uno, por delante y por detrás), para así establecer el espacio entre caracteres. Sin embargo, dicho espacio no siempre queda bien, razón por la cual usamos el “tracking”: para poder alterar el espaciado entre dos caracteres.
Así pues, al modificar ese espacio mediante el “tracking”, podemos incrementarlo o reducirlo, según lo que necesitemos en un momento dado (y, además, en la medida en que lo necesitemos, pues es ajustable). Al “tracking” que incrementa el espacio lo llamamos “tracking positivo”; y al que lo reduce, “tracking negativo”. Dado que se trata de una modificación temporal, puede deshacerse cuando sea necesario, por supuesto. No se trata de algo permanente. El “tracking” puede realizarse con programas de edición como InDesign, por ejemplo.
En cuanto al “kerning”, se trata de la modificación o alteración del “tracking” de un único par de caracteres consecutivos (recuerda: tan solo un par muy concreto) que, debido a sus características, plantean un problema antiestético de espaciado. Básicamente, es un proceso que, o bien añade, o bien elimina, el espacio entre pares específicos de caracteres.
Quizá siga sonándote todo muy parecido, pero ahondemos un poco más. Cuando se diseña una tipografía concreta, no solo hay que “dibujar” cada glifo o caracter en su casilla correspondiente, sino que además hay que asignarle una posición dentro del tipo, para lo cual se marca el límite anterior y el posterior con sendas líneas verticales. Dicho esto, lo indispensable es hallar el espacio adecuado para que el caracter que se está diseñando no interfiera en la fluidez del texto.
El problema es que algunas parejas de letras no terminan de combinar muy bien, pues en cierto modo rompen la “fluidez” del texto cada vez que aparecen juntas, por lo que hay que generar excepciones a la regla. Para ello, se le indica al programa que, cuando se den ciertos pares, hay que añadir o sustraer determinada cantidad de espacio, pero manteniendo intactas todas las demás combinaciones.
Podría decirse, pues (y por no darle muchas más vueltas), que el “kerning” es la operación consistente en aplicarle “tracking”, por razones estrictamente estéticas, a una pareja específica de glifos de una tipografía específica.
Esperamos que, tras leer esta entrada, se te haya despejado toda duda al respecto.
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