Seguro que alguna vez te ha ocurrido. Estás tan ricamente en casa, o en el trabajo, haciendo tus cosas, cuando de pronto preguntas por algo que no encuentras y… ¡zas!, te responden que “detrás tuyo”. Y se quedan más anchos que largos. Porque, sí, sabemos que hay afrentas más intolerables que ubicar un posesivo detrás de un adverbio de lugar, pero también es cierto que usar de forma óptima nuestro idioma nos sale gratis. ¿O no?
Para ir concretando, diremos que la RAE no aplaude, que digamos, las construcciones formadas con adverbios de lugar seguidos de posesivos. Vale, sí, las “tolera”, pero como se tolera a un familiar un poco pesado. En realidad, prefiere que se eviten. Así pues, quizá podemos decir “encima suyo” o “enfrente vuestro”, pero desde luego no es lo más recomendable si queremos expresarnos con un mínimo de elegancia y esmero. Lo adecuado sería sustituir esos posesivos por los pronombres tónicos correspondientes precedidos por la preposición “de”. Es decir, “encima de ella/él” y “enfrente de nosotros”, respectivamente. O, en el ejemplo del primer párrafo, “detrás de ti”.
Pero ¿y si en algún momento te surge la duda? Que no cunda el pánico, pues aquí te damos un truco del almendruco: prueba a anteponer el posesivo al adverbio y ver cómo te suena el resultado. Quizá tuvieras tus dudas sobre lo elegante o no que es decir “detrás de ti” o “encima suyo”, pero, si les damos el cambiazo a las respectivas sintaxis y nos quedamos con “tu detrás” o “su encima”, ¿cómo se te queda el cuerpo?
Caso aparte sería, eso sí, la construcción “alrededor + posesivo”. Y ahora estarás pensando: “Pero ¡si ‘alrededor’ también es un adverbio”. Cierto, pero NO SOLO es un adverbio, también se considera un sustantivo (formado por la partícula “al” y el sustantivo en desuso “redor”). Por eso, al tratarse además de un sustantivo, podemos formarlo también en plural (“los alrededores”) y aplicarle un posesivo que puede ir pospuesto (“alrededor mío”) o antepuesto (“a mi alrededor”).