Los prefijos son de esos elementos léxicos que, simplemente, están ahí, casi inadvertidos y bastante impredecibles, pues aparecen cuando menos lo esperamos. De hecho, mira tú por dónde, ya solo en la primera frase de esta entrada se nos han colado nada menos que tres: “pre-”, “in-” y su forma “im-”. Y juramos que no ha sido intencionado por hacernos los graciosos.
Sin embargo, el caso es que no siempre los escribimos bien, pues tan pronto los separamos de la palabra a la que deberían ir soldados como metemos un guion entre estos y la palabra propiamente dicha. Otras, en cambio, tenemos bastante claro que deben ir unidos a una base léxica, como en las palabras “prefijo” o “inadvertidos” del inicio de esta entrada, que suponemos que todos tenemos más o menos claro que no son “pre-fijo” ni “in advertido”.
Sea como sea, prometemos que, aunque la escritura de prefijos tiene su aquel, no es tan complicada. Así que toma nota.
“SIEMPRE” VAN SOLDADOS A LA BASE A LA QUE AFECTAN. Y entrecomillamos ese “siempre” porque luego veremos excepciones. Ya hemos hablado de tres casos aparecidos al inicio de esta entrada, pero podemos darte más: “antiadherente” (de “anti-” más “adherente”), “posventa” (o “postventa”, que ambas las admite la RAE), “exmarido” (que no “ex-marido” ni “ex marido”, ojo), “supermodelo”… Y atención, porque cuando un prefijo acabado en vocal se suelda a una base que comienza por erre, esa erre se reduplica, como en el caso de “prerrafaelista” (que surge de unir “pre-“ y “rafaelista”). Por otro lado, cuando se unen varios prefijos a una misma base, van todos soldados a ella, como en “antiposmodernismo” (palabra que surge de unir los prefijos “anti-” y “pos-” a la base “modernismo”).
A VECES SE UNEN CON GUION A LA PALABRA. Esto siempre ocurre cuando la palabra en cuestión comienza con mayúscula (por ejemplo, “mini-USB” o “pro-Obama”) o cuando la base es un número (“sub-21”). ¿A qué viene esta excepción? Pues a lo raro que se vería que, en medio de una palabra, de pronto apareciera una mayúscula (“*proObama”) o un número (“*sub21”).
A VECES SE ESCRIBEN SEPARADOS DE LA BASE. Y esto sucede, sin excepción, cuando dicha base está compuesta por más de una palabra. Ejemplos: “pro derechos humanos” o “ex primer ministro”. La razón está clara: esa base pluriverbal se considera como un todo, un “pack”, de modo que no podemos soldar el prefijo a la primera palabra ni separarlo de ella con un guion, pues parecería que el prefijo se aplica a una sola palabra de las dos que conforman dicha base. Para muestra, un botón que te mostrará lo raro que se vería en esos casos: “*antipena de muerte” (cuando en realidad la base no es “pena”, sino “pena de muerte”, por lo que debería ser “anti pena de muerte”).
Dicho todo esto, habrás observado que un mismo prefijo puede ir soldado a la base (“provida”), separado con guion (“pro-Obama”) o separado con espacio (“pro derechos humanos”). Todo dependerá de la base ante la que se encuentre, obviamente. Así que ojo avizor.