Los llamados «mapas de calor» conforman una técnica tremendamente útil a la hora de estudiar los patrones de comportamiento de quienes visitan nuestra página web. Mediante una representación termográfica, estas aplicaciones permiten visualizar los puntos calientes de nuestra página, esto es, aquellas zonas que centran la atención del usuario (algo que se evalúa a través de tres acciones fundamentales: por dónde pasa el ratón —a fin de cuentas, un claro indicativo de donde centra su visión—, dónde hace «scroll» o desplazamiento y, por supuesto, dónde acaba haciendo clic).
Todo esto se realiza a través de un código de colores de enorme utilidad, pues no solo nos indica de forma muy visual aquellas zonas de nuestra página que más parecen interesar a los usuarios (es decir, las que más acciones e interacciones acumulan, y que suelen adoptar tonos más cálidos: rojo, naranja y amarillo), sino también aquellas que menos interés despiertan (representadas a través de colores más fríos, entre azules y verdosos).
Pero ¿qué sentido práctico podemos asignar a todos estos datos?
1. ESTUDIAR LA INTERFAZ. Si resulta que el usuario no hace clic o no centra su atención (lo dicho: no pasa el ratón) en aquellos elementos que pretendíamos, es obvio que nuestra web no está resultando tan funcional como cabía esperar.
2. DETECTAR PUNTOS DÉBILES DEL DISEÑO WEB. Imagina que el cursor se detiene demasiado tiempo en una zona carente de elementos importantes para nosotros. ¿Qué podemos hacer? Muy fácil: planteémonos dar un nuevo uso a esa zona, enfocado a un objetivo que sí consideremos de relevancia.
3. REUBICAR «BANNERS». ¿De qué sirve que ubiquemos publicidad en nuestra web si acabamos descubriendo que los visitantes no suelen hacer scroll hasta ese banner y, por tanto, les es virtualmente invisible? Valiosa información para que comencemos a reubicar elementos, ¿no te parece?
En la actualidad, existen herramientas muy variadas, tanto gratuitas como de pago, con las que generar todo tipo de mapas de calor: ClickTale, Google Analytics, Crazy Egg, Sumo… Solo tienes que encontrar aquella cuyas características mejor se te adapten y sacarle el máximo rendimiento. ¡Seguro que no te arrepentirás!