Lo vemos acechar en las sombras. Sigiloso. Inexorable como el asesino de una película de terror. Sí, nos referimos al Día de San Valentín o Día de los Enamorados, una de esas efemérides que, a fuerza de mercantilización galopante y machacante, se ha convertido en una de las más odiadas por muchos. Aunque justo es señalar que, para otros tantos, no deja de ser una fecha señalada que les encanta celebrar junto a sus parejas. Pertenezcas a un grupo o al otro (o a un tercero de indiferentes, que haberlos, haylos), lo que está claro es que no te vas a librar así como así del tema. De modo que, si vas a escribir sobre él (ya sea a favor, en contra “o todo lo contrario”), aquí te dejamos algunos consejitos de redacción que seguro que no te vienen mal.

MAYÚSCULAS PARA LA FESTIVIDAD: Como ya sabes, los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de festividades se escriben con inicial mayúscula. Así, diremos “Día de los Enamorados” o “Día de San Valentín”. O incluso “San Valentín”, sin más, entendiéndolo como el nombre de la festividad, en cuyo caso hablaríamos de “menudo diita de San Valentín me estás dando”, como si “día” (o “diita”, en este caso) no formara parte de la denominación.

MINÚSCULAS PARA EL CURA SANTIFICADO: Si por una de aquellas te da por escribir sobre el origen cristiano de la festividad, será inevitable que hables del sacerdote a quien santificaron y convirtieron en patrón de los enamorados. Pues bien, en este caso solo escribiremos mayúscula para el nombre de pila “Valentín”, ya que la fórmula de tratamiento “san” irá en minúscula, como suele ocurrir con este tipo de fórmulas. Por tanto, “san Valentín”.

LOS MESES, EN MINÚSCULA: Esta es fácil: dado que los nombres de meses se consideran sustantivos comunes, lo correcto es escribirlos con inicial minúscula (a no ser que estén a inicio de oración, claro). Así, diremos que San Valentín se celebra “el 14 de febrero”… no “el 14 de Febrero”, por mucho gustirrinín que te dé poner los meses con mayúscula, como les has visto hacer a los ingleses.

CUPIDOS A TUTIPLÉN: Si hablamos de “Cupido” como dios del amor, es decir, como ese a quien descubrió la cantante Karina al mirar el cielo azul, lo escribiremos con inicial mayúscula. Ahora bien, si hablamos de “un precioso cupido pintado”, “muchos cupidos cincelados” o “los cupidos que salen en la película ‘Fantasía’” como representaciones pictóricas o escultóricas del amor, lo adecuado es la minúscula, al convertir en sustantivo común lo que en principio era un nombre propio. Ejemplo: “¡Estoy ya que me salen los cupidos por las orejas!”.

PLURAL DE LA FESTIVIDAD: Y cerramos con un consejo de oro que puede salvarle la vida a tu relación sentimental. Imaginemos que le has hecho un bonito regalo a tu pareja y decides escribirle en la tarjeta: “¡Por muchos más San Valentines juntos!”. Romántico, ¿verdad? Pero también bastante cateto, pues el plural de esta festividad se forma con una sola palabra: o bien “sanvalentines” (minúscula), o bien “Sanvalentines” (mayúscula). Así que ojo, que por menos se han roto parejas.

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