A la hora de corregir textos, a veces tenemos un poquito de confusión entre normas y consejos, entre obligaciones y recomendaciones. ¿Aquella norma que leíste sobre suprimir el acento gráfico en “sólo” era toda una señora norma… o solo era una recomendación?
Pues bien, la entrada de esta semana va dedicada a una de esas recomendaciones (que no normas). De hecho, se refiere en concreto a una recomendación por motivos de estilo, así que no está de más que la tengas en cuenta. Del mismo modo que, por mucho que en Occidente no haya leyes que prohíban eructar en presencia de otros comensales al sentarte en una mesa, ¿verdad que sueles abstenerte de hacerlo? Porque tienes estilo.
Cuando hablamos de simetría en la construcción de determinadas estructuras lingüísticas, ¿a qué nos referimos exactamente? Lo veremos mejor con varios ejemplos, pues es un tema con cierta enjundia.
PRIMER EJEMPLO: “Siempre me maravillan tu buena disposición y que seas puntual”. En principio, no hay nada incorrecto en esta oración, pero, si nos fijamos mejor, vemos que el objeto directo lo componen dos elementos unidos por la conjunción “y”: “tu buena disposición” (cuyo núcleo es un nombre: “disposición”) y “que seas puntual” (cuyo núcleo es un verbo: “seas”). Por tanto, hay cierta asimetría, que podría solucionarse si reescribiéramos la frase del siguiente modo: “Siempre me maravillan tu buena disposición y tu puntualidad” (ahora tenemos dos nombres como núcleos).
SEGUNDO EJEMPLO: “Estos son los puntos que queremos debatir: análisis de problemas de convivencia, debatir posibles soluciones y concretar medidas”. En esta enumeración de elementos, tenemos un núcleo sustantivo (“análisis”) y dos núcleos verbales (“debatir” y “concretar”). Por tanto, hay una asimetría. Podríamos solucionarla transformando ese núcleo sustantivo en uno también verbal, como los otros dos: “analizar problemas de convivencia” (en vez de “análisis de problemas de convivencia”).
TERCER EJEMPLO: “Por un lado, agradezco mucho que me comentes estas cosas, porque me hacen reflexionar y mejorar; por otra parte, me hace sentir muy insegura”. Aquí la asimetría la tenemos en el uso de conectores, pues “por un lado” debería ir seguido del conector “por otro lado” (o “por otro”), del mismo modo que “por otra parte” debería ir antecedido por el conector “por una parte”. Pero lo que no conviene es mezclar un conector con la pareja que no le corresponde, por supuesto.
Así que ya sabes: ojo con esas enumeraciones asimétricas y con esas parejas de conectores desparejadas como calcetines recién lavados. Por mucho que no vaya a caerte encima todo el peso de la ley.

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