Como recordarás, nuestra entrada del mes pasado se ocupó de introducir y estudiar los cinco primeros tipos de texto que te conviene conocer para tu escritura eficaz, atendiendo a su naturaleza, características y objetivos, fundamentalmente. La entrada de este mes completa aquella clasificación, con el resto de las tipologías.

1. TEXTO JURÍDICO (O JURÍDICO-ADMINISTRATIVO). Al emplearse en el ámbito judicial, presenta una estructura bastante rígida, a menudo tendente a lo arcaico y, por supuesto, plagada de tecnicismos. Se caracteriza por su objetividad, poco dada a interpretaciones, y siempre persigue un tono extremadamente formal. Encontramos ejemplos en normativas, regulaciones, disposiciones…
2. TEXTO CIENTÍFICO. Tiene por objeto mostrar avances de investigaciones (científicas, claro). Al igual que en el caso jurídico, se caracteriza no solo por su lenguaje técnico, esta vez lo más claro y preciso posible, sino por su gran formalidad y objetividad (no en vano, se supone que debe defender, argumentar o demostrar alguna hipótesis).
3. TEXTO HUMANÍSTICO. Como su denominación nos indica, versa sobre el ser humano y sus relaciones, actividades, producciones… No es tan formal y rígido como un texto científico, sino que ofrece más cabida para lo subjetivo y la flexibilidad formal. Aun así, algunas características recurrentes son el uso de incisos y adjetivación. Tenemos ejemplos en textos sobre filosofía, sociología, cultura, socioeconomía…
4. TEXTO PERIODÍSTICO. Es aquel que expone un hecho específico de interés para la opinión pública. Por lo tanto, su naturaleza es informativa, aunque a veces puede llegar a transmitir cierta “opinión” (e incluso “conclusión”) acerca de ese hecho. Destaca por su estilo claro, directo y sencillo, puesto que debe transmitirse con facilidad a todo tipo de lectores.
5. TEXTO LITERARIO. Aunque comparte ciertas características con el texto narrativo (que ya estudiamos el mes pasado), el literario se desmarca por estar más interesado en la capacidad estética y poética del lenguaje. Eso sí, su gusto por la forma no significa en absoluto que se desentienda del fondo (o no debería). Presenta una enorme libertad de estructura y estilo, y obviamente suelen abundar en él las figuras retóricas de distintos tipos. Ejemplos: novelas, poemarios…
6. TEXTO PUBLICITARIO. Típicos de la mercadotecnia, su objetivo es generar en el lector o consumidor la necesidad de adquirir un producto específico. Tienden a usar mensajes breves y sorprendentes, a veces recurriendo a juegos de palabras en sus eslóganes, con el fin de resultar impactantes y, a ser posible, memorables (por no decir pegadizos).
7. TEXTO DIGITAL. Hemos dejado para el final aquellos cuya creación ha sido más reciente. Abarcan tipos muy distintos: desde mensajes SMS hasta chats de WhatsApp, blogs, foros en redes sociales… De origen digital (es decir, lo opuesto a lo analógico), se caracterizan por su gran dinamismo y su enorme libertad (cuando no anarquía) de estructura, lenguaje e incluso contenido.

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