Los avances tecnológicos han permitido no solo que los traductores podamos usar hoy en día procesadores de texto informáticos para realizar nuestro trabajo, sino algo incluso más inaudito (sobre todo, a ojos de un traductor de siglos anteriores, bastante más atado de pies y manos en ese sentido): que recurramos a la ayuda de “software” expresamente pensado para desempeñar nuestra labor y hacernos la vida más llevadera.
Llamamos herramientas CAT (siglas inglesas de “computer-assisted translation”) o TAO (del español “traducción asistida por odenador”) a los diferentes tipos de herramientas o aplicaciones informáticas específicas que ayudan al traductor humano a desempeñar su trabajo con mayor rapidez y gestionando sus proyectos. Pero eso no significa que “la máquina” realice todo el trabajo de “la persona”, por supuesto. Se trata, simplemente, de una ayuda… aunque de gran utilidad a menudo. No en vano, pueden albergar desde memorias de traducción en las que se almacenan traducciones previas de referencia, y a las que se puede recurrir durante el nuevo trabajo en caso de coincidencias, hasta bases terminológicas (obsta subrayar lo útil que puede resultarte crear tus propios glosarios bilingües por áreas temáticas).
Hoy en día, el mercado ofrece gran variedad de herramientas CAT/TAO, pero nosotros nos centraremos en las cuatro más populares, cada una por diversos motivos.
SDL TRADOS STUDIO: Arrancamos con la joya de la corona, al ser quizá el más reconocido y usado profesionalmente. Se trata de un “software” de lo más completo que ya cuenta con múltiples versiones en el mercado. Sus incontables funcionalidades incluyen traducir y editar, gestionar bases terminológicas y memorias de traducción, y ejecutar la llamada “Garantía de calidad lingüística”. Eso sí, una cosa debemos advertir: aunque, como dice la canción, “the best things in life are free”… esto no se aplica en absoluto a Trados.
MEMOQ: Si bien no ha alcanzado la popularidad de Trados, sigue siendo una de las herramientas más empleadas (además, permite trabajar con paquetes de Trados). Otra gran ventaja es que cuenta con una versión gratuita para trabajos privados y más bien modestos, aunque para proyectos de mayor calado lo conveniente es adquirir una licencia permanente de la versión profesional.
WORDFAST: Dispone de dos versiones, ambas con licencia permanente: la “Classic” y la “Pro”. La primera consiste en una macro ejecutable dentro de Microsoft Word, que permite convertir de forma temporal cualquier documento en bilingüe. La segunda ya es bastante más completa, pues, al igual que Trados y memoQ, permite gestionar memorias de traducción y bases terminológicas, entre otras muchas funcionalidades.
OMEGAT: Se trata de la herramienta CAT gratuita de uso más extendido. Sus funciones incluyen muchas de las ya vistas en los tres “softwares” anteriores: memorias de traducción, glosarios terminológicos, integración con traducción automática…. Pero, además, cabe destacar dos atractivas ventajas (aparte de la que supone el que no haya que pagar licencia, obviamente): es multiplataforma y de código libre, por lo que podemos personalizarlo de acuerdo con nuestras preferencias de uso.
Así que ya ves: hay todo un mundo tecnológico ahí afuera que no tiene nada que ver con papiros, tinta, pluma y un candil que nos alumbre mientras trabajamos. ¡Aprovechémoslo, que estamos en el siglo XXI!