Tras un verano tristemente marcado por los incendios que han arrasado con medio país, llega septiembre. Y, con él, lo que algunos consideran un desastre de iguales dimensiones (¡o incluso peores!): la “fatídica” vuelta al cole, el “terrorífico” inicio del nuevo curso escolar. Así pues, como está claro que los medios españoles siempre muestran mayor predisposición a dedicar noticias a este “desastre” que a otro mucho peor, como lo son la crisis climática y sus responsables más directos, ahí va una ronda de consejos de escritura para que no comiences el nuevo curso con un suspenso.
ETAPAS Y CICLOS FORMATIVOS: Mucho ojo aquí. Las denominaciones genéricas de etapas y ciclos educativos se escriben con minúscula (“la educación secundaria”), pero si se trata del nombre oficial lo haremos en mayúscula porque tiene valor de nombre propio (“Educación Secundaria Obligatoria”). Si ambos coinciden, como ocurre con “educación infantil” y “Educación Infantil”, se optará por una u otra según a qué se refiera en cada caso concreto, es decir, si al ciclo educativo en general o más bien a su denominación oficial.
ASIGNATURAS, DISCIPLINAS CIENTÍFICAS Y RAMAS DE CONOCIMIENTO: Las denominaciones de asignaturas o materias académicas se escriben con iniciales mayúsculas (“Este año hay más alumnos inscritos a la carrera de Arquitectura”). En cambio, usaremos minúsculas para escribir los nombres de disciplinas científicas y ramas del conocimiento (“El campo de la arquitectura reclama cada vez más profesionales”).
CARGOS, PROFESIONES Y TITULACIONES: Se escriben con minúscula inicial (“catedrática”, “maestros”, “doctora”, “filólogo inglés”…). En cambio, si escribimos el nombre oficial de la titulación, este irá con inicial mayúscula (“licenciados en Derecho”, “licenciatura en Derecho).
DEPARTAMENTOS Y RECINTOS DE CENTROS ACADÉMICOS: Si se trata de departamentos de la institución, van con mayúsculas iniciales (“Cátedra de Bioética”, “Conserjería”). Sin embargo, escribiremos con minúsculas las denominaciones de recintos del edificio, siempre respetando las mayúsculas de los nombres propios que incluyan (“sala de profesores”, “aula Jacinto Benavente”).
ESO: No, no estamos hablando de la novela de Stephen King, sino de algo que seguro que hay quienes consideran aún más terrorífico: el sistema de “Educación Secundaria Obligatoria” española. Y, como ocurre con otras siglas, no se expresa con puntos entre cada letra (no decimos “E.S.O.”). Siempre con mayúsculas y sin puntos.
¿“BULLYING”… O “ACOSO ESCOLAR”? Y cerramos con lo que, por desgracia, sí es una realidad terrorífica: el acoso escolar. Que sí, que sabemos que el inglés es muy económico y te permite expresarlo todo con menos palabras y de forma (presuntamente) más molona. Pero si no logras recordar si “bullying” llevaba dos eles o una sola, si llevaba “y” o “i” (¿o llevaba las dos?), si se podía dejar tal cual o mejor ponerle cursiva (¿o tal vez eran comillas?)… pues, mira, ahí tienes la expresión española “acoso escolar”, que a lo mejor huele más a ajo y has de realizar el ímprobo esfuerzo de teclear dos palabras en vez de una, pero al menos tiene la ventaja de que tienes que calentarte mucho menos la cabeza.