A tan solo dos semanas de que acabe este 2022, parece que ha llegado el momento de hacer balances y recuentos. Y las instituciones lingüísticas no son una excepción, pues algunas de ellas ya se han lanzado a determinar (o a dar a elegir, en algunos casos) cuál es la palabra estrella del año que acaba. ¿Y cómo se determina esto? Pues en algunos casos es tan sencillo como contabilizar cuál ha sido la palabra más buscada en sus diccionarios en línea.
Es lo que ha ocurrido con el diccionario Merrian-Webster, cuya palabra estrella ha sido “gaslighting”. O “luz de gas”, como conocemos aquí la película que originó este término, referido a la conducta que manipula la mente de alguien para engañarlo a propósito. Eso sí, aunque las búsquedas de dicha palabra aumentaron de forma espectacular, también hubo otras candidatas de “virtualísima” actualidad como “deepfake” o “dark web”.
Por su parte, el diccionario Oxford se puso más interactivo y sometió a votación cuál debería ser la palabra del año de entre tres posibles opciones: “metaverso”, la etiqueta “IStandWith” (sí, su concepto de palabra es bastante amplio) y la expresión “goblin mode”. Al final, el 93 % de los 340 000 participantes decidieron que la ganadora sería esta última expresión, que podríamos traducir como “modo duende”, y que se refiere, según el diccionario en cuestión, a “un tipo de conducta descaradamente autoindulgente, vaga, perezosa o egoísta de un modo que rechaza las normas y las expectativas sociales”.
También Dictionary.com ha querido aportar su granito de arena a esta heterogénea búsqueda de la palabra del año, y en su caso la vencedora ha sido un vocablo mucho más sencillo que expresa una realidad de largo pero cambiante recorrido: “woman” (“mujer”).
En cuanto a Alemania, la Sociedad de la Lengua Alemana ha escogido como ganadora “Zeitenwende” (lo que vendría siendo “momento decisivo” o “punto de inflexión”), palabra muy usada por el canciller alemán para referirse a la relevancia de la invasión de Rusia a Ucrania este año.
Curiosamente, en Japón la editorial Jiyū Kokumin Sha y su grupo de jueces designaron una insólita palabra del año: “Murakami-sama”, ingenioso apodo con el que designan al bateador Murakami Munetaka sus seguidores, que aseguran que sus proezas deportivas son dignas de un “kami-sama” (es decir, un “dios”).
Pero ¿y dentro de nuestras fronteras? Pues, como era de esperar, la cosa también varía mucho entre territorios. En Cataluña, el Instititut d’Estudis Catalans (IEC) abrió el pasado lunes 12 de diciembre la ronda de votaciones para escoger entre diez neologismos ajenos hasta ahora al diccionario de la lengua catalana, incluidos “violència vicària”, “poliamor” y “micromobilitat”. Los resultados se sabrán el jueves 22 de diciembre. Y en Galicia, la Real Academia Galega (RAG) y la Fundación Barrié proponen que el público vote su favorita entre seis palabras: “autoestima”, “candorca”, “comadre”, “ecocidio”, “inflación” y “resiliencia”.
En cuanto a Fundéu, de momento no ha hecho pública su palabra de 2022, aunque cabe recordar que en los dos últimos años se decantó por sendos términos de rabiosísima actualidad por aquel entonces: “confinamiento” (en 2020) y “vacuna” (en 2021). ¿Quizá este año sea algo relativo a la invasión de Rusia a Ucrania? ¿Tal vez a la emergencia climática? Estaremos al tanto.
¿Y tú tienes alguna candidata personal a palabra del año?