Hace un tiempo publicamos una entrada sobre algunas palabras de diversos idiomas que resultan intraducibles al español. Porque, en efecto, siempre es muy exótico leer sobre esas realidades ajenas que desconocemos (o que conocemos pero no sabemos nombrar), ¿verdad?
Ahora bien, ¿y si te dijéramos que no hace falta ponernos exóticos para eso? ¿Que no hace falta surcar mares y cielos o cruzar fronteras para toparnos con palabras sorprendentes que no sabríamos trasladar a nuestro idioma? Pues, sí, recordemos que en España hay diversas lenguas cooficiales, aparte del castellano. Y todas ellas incluyen palabras que carecen de equivalente en este último. Veamos hoy algunas de las más curiosas…
KALEKUME: Esta palabra euskera se compone de las palabras «kale» (es decir, «calle») y «kuma» (o sea, «cría»), por lo que significa, de forma literal, «cría de la calle». En realidad, la emplean de forma despectiva las personas de medios rurales para referirse a aquellos habitantes de ciudad que han perdido el contacto con la naturaleza y con lo que hay más allá de las grandes urbes. Lo sabemos, se parece un poco al término «urbanita», pero a menudo este último carece de ese sabor despectivo y, como ves, pierde unos cuantos matices más.
CHOSCO: Este adjetivo gallego se usa específicamente para advertirle a alguien que se va a quedar «vizco» o «medio cegato» a base de forzar la vista. De nuevo, quizá se podría argumentar que equivale a nuestros «vizco» o «medio cegato», pero estos últimos casos no están intrínsecamente ligados al motivo concreto de esa pérdida de vista.
LLUFA: Con este término catalán nos referimos a un gas fétido que, además de resultar desagradable al olfato, se libera sutilmente y en silencio. Un pedo silencioso y muy maloliente, vaya. También en valenciano existe un vocablo equivalente en etimología y muy parecido en morfología: «bufa».
COMBOI/COMBOIAR: Y hablando del valenciano (y sin entrar en imperecederas polémicas dialectales con el catalán), cerramos esta entrada con un par de ejemplos al respecto, porque a fin de cuentas la Constitución Española lo considera una lengua cooficial en su comunidad. Bueno, no solo por eso, también porque tiene dos palabras tan divertidas y versátiles como el sustantivo «comboi» (y su verbo «comboiar»). Decimos que hay «comboi» para referirnos a una actividad festiva o divertida en colectividad. Pero también afirmamos que algo nos hace «comboi» cuando nos entusiasma, nos hace ilusión. Por otro lado, el verbo «comboiar» tiene múltiples usos, desde inducir o animar a alguien a que haga algo (por lo general, unirse a una actividad festiva) hasta reunirse varias personas con un fin común y casi siempre lúdico.
Y ahora dinos: ¿qué palabras de nuestra lista crees que tienen más posibilidades de que incorpores a tu vocabulario cotidiano?